Tu cerebro te engaña
El cerebro con su complejidad nos ayuda a interpretar el mundo. Y al decir interpretar significa que no siempre vemos el fiel reflejo de la realidad.
¿Cómo funciona el cerebro?
En palabras simples y poco científicas, el cerebro procesa todas nuestras percepciones del mundo exterior y las interpreta según los conocimientos previos que tengamos del mismo, almacenados en la memoria.
En el proceso, parte de la información puede ser reemplazada o borrada si va en contra de nuestra lógica, y completada, si se nos da incompleta. Esto puede originar falsas percepciones y las llamadas ilusiones.
¿Por qué nos engaña el cerebro?
Nuestro cerebro nos engaña más de lo que imaginamos. Nos engaña cuando recordamos y cuando pensamos en nosotros mismos. Cuando soñamos y cuando percibimos la realidad que nos rodea. Nuestro cerebro finge, adultera, falsifica. Pero tiene buenas razones para hacerlo.
Para nuestro cerebro es más importante contarnos una historia consistente que contarnos una historia verdadera. Tiene muy claro que el mundo real es menos importante que el mundo que necesitamos.
Es muy posible que tras un rato observándolas, hayáis visto que las fotos se mueven. ¿Pero lo hacen realmente?
No, en la imagen no hay ningún tipo de movimiento. Éste es creado artificialmente por nuestro cerebro. ¿Pero por qué?
Nuestra retina capta la información de la imagen (colores, formas y bordes) y como percibe un cierto “caos”, intenta adaptarlo a algo que nos resulte conocido.
¿CIEGOS POR EL MOVIMIENTO?
En este apartado voy a poneros una serie de ejemplos que demuestran lo conocido como “Ceguera inducida por el movimiento”.
En este caso observamos unos círculos que van parpadeando en el sentido de las agujas del reloj. ¿Dónde está el efecto curioso? Fijad vuestra mirada en el eje central en forma de + y tras un rato algo le pasará a los círculos que parpadean. ¿No eran morados? Ahora resulta que son verdes…




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